sábado, 15 de diciembre de 2012

MI DISCURSO DE ESTE AÑO PARA LOS EGRESADOS DEL QUINQUELA 2012 SRES. DIRECTIVOS, DOCENTES, PADRES, ALUMNOS. Este camino ha terminado. Hay señales inequívocas que así lo confir-man. Es un momento de incertidumbre, de ansiedad, de temor; también quizá de tristeza al ver lo que han dejado atrás. Pero las dudas se disiparán rápidamente cuando noten que el camino se ha transformado en otro, dis-tinto, más acorde a sus nuevas etapas, deseos y sueños. Cada familia sabe lo que ha costado este tramo en que nuestra escuela los ha acompañado. Ahora es el momento de tomar otras responsabilidades y decisiones que afectarán directamente su futuro. Son elecciones que deben tomar con la tranquilidad de que nada es definitivo y que no es una tragedia si se equivocan, porque lo importante es hacer el intento y no dejar nunca de soñar. A partir de ahora el tiempo y las etapas parecen correr más rapidamen-te, todo se acelera y uno entra en una vorágine de cambios que, casi sin darse cuenta, los transformarán en adultos, quizá en profesionales y padres. Por eso, en este último momento ligado a su vida escolar, sus profesores desear-íamos que valoraran esta etapa de aprendizaje como una guía para sus futu-ras decisiones, como ejemplo de enseñanza en todos los niveles, tanto académico como de ser humano. Recuerden lo que les dejó cada uno, revisen lo que se llevan de esta experiencia que empezó en su niñez más absoluta y los deja en la puerta de su juventud. Porque cada uno de esos consejos, anécdotas, recuerdos son las herramientas con las que podrán hacerle frente a las nuevas experiencias que los esperan. Confíen siempre en ustedes porque tienen la capacidad suficiente, nun-ca se crean menos. Los tiempos no son los mismos para todas las personas y si algo les lleva más tiempo que a otros, no por eso han fracasado, al contra-rio, se han impuesto a las dificultades. Que la adversidad no los venza, que los retemple, que los haga más y más fuertes, como el hierro martillado una y otra vez por el herrero; porque ese esfuerzo nunca es en vano. Les deseamos lo mejor en este nuevo camino que han emprendido y es-taremos siempre que nos necesiten. Muchas gracias. Javier Guillermo Avila.